Música de toilette – Poesía experimental – 07/2014

negra40 / presenta

Concierto
Música de toilette
Poesía experimental

Sábado 19 de julio 2014, 20:30 hs.
Sala negra40, Buenos Aires.
www.facebook.com/negraCuarenta

negra 40 inaugura su temporada 2014 en Buenos Aires, con un concierto de poesía experimental que repasa los principales referentes del “género”, y nuevas propuestas creativas que continúan su impulso.

Los interesados en concurrir, solicitar su localidad
escribiendo a: 
[email protected]

“El caos es simplemente un orden que no puedes reconocer”
Henri Bergson

Obras de
Sebastián Bauer, George Brecht, Bob Cobbing, John Cage, Guillermo Lema, F. T. Marinetti, Gastón Mazières, Xavier Pastorius, Martín Virgili, La Monte Young

Intérpretes
Gastón Mazières, Jorge Ihlenfeld, Martín Virgili

Poesía experimental
Por Sabrina Salomón

La poesía experimental abre nuevas posibilidades de escucha y elabora nuevas poéticas sonoras que conjugan el arte y la alta tecnología, junto con las acciones más primigenias y rituales del cuerpo y los sentidos.

¿Dónde comienza el poema, dónde la música? ¿Cuáles son las fronteras, rupturas y transformaciones semánticas entre los dos lenguajes? En la poesía, la voz siempre ha sido un instrumento fundamental para la lectura en voz alta: la poesía como canto. En la poesía contemporánea y experimental, la voz no solo constituye el medio lingüístico para trasmitir el poema, sino que también es ritmo que nace del cuerpo y que le imprime sentido a través de la entonación, los gestos corporales, los sonidos guturales y las propiedades en tanto material que resuena en un determinado espacio.

Lo que una pieza de performance nos revela es algo más que una suma de poesía y música o de poesía y arte visual; se trata de un tipo de tensión particular entre distintas dimensiones perceptivas. El arte contemporáneo y la poesía se unen para crear piezas interdisciplinarias que subutilizan tanto los procesos como las palabras, y desintegran significados en búsqueda de una posibilidad de liberación: dejar que las palabras sean lo que hacen.